A los cocineros, que estamos acostumbrados a salar grandes cantidades cuando preparamos un relleno como el del sándwich de atún, por ejemplo, esto no es particularmente evidente. Es así que utilizando sal marina no sólo necesitamos menos cantidad sino que evitamos ese olor azufrado que sube cuando salamos con la sal de mesa común. Te invito a que hagas la prueba.